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(amprensa) El alcalde de Escazú, Arnoldo Barahona, aseguró que en conjunto con sus homólogos de Santa Ana y el cantón de Mora decidieron tomar una serie de medidas de presión ante las restricciones,  como por ejemplo, no invertir más en seguridad municipal y no pagarle horas extras para las jornadas de inspección a los policías ante las medidas de restricción anunciadas por el Gobierno.

«Sin cacao no hay chocolate y nosotros ya no podemos más», nos han devuelvo muchísimas patentes a raíz de esta restricción que el Ministerio de Salud implementó y que provocó la quiebra de muchos comercios», dijo Barahona.

Para mañana, en una conferencia de prensa, se presentará un manual para la apertura gradual y responsable que esperan que sea tomada en consideración por el Gobierno, en el cual, se incluyen una serie de protocolos rigurosos para cada uno de los comercios: restaurantes, tiendas, ópticas, etc,  pero, según el Alcalde, es una propuesta más formal y seria a los dados o lineamientos que ha dado  el Ministerio de Salud.

Este protocolo fue diseñado por personal de las municipalidades: ingenieros, industriales, salud ocupacional e incluso la visión de algunos comerciantes.

Para el alcalde de Santa Ana, la situación es muy preocupante, hasta el 30 de junio, cerca de 400 personas devolvieron sus patentes, lo cual implica un desempleo para el cantón de más de 2.000 habitantes.

«La afectación es social y económica y primero, pensamos que esto iba a ser por cuatro meses, pero ahora no sabemos cuánto va a durar y ya los gobiernos locales no aguantan otro recorte presupuestario», acotó.

Los alcaldes esperan que el Gobierno los escuche y que les indique cuál es la hoja de ruta, pero al no tener audiencia le entregarán esta propuesta de base técnica mañana.

Se trató de contactar al alcalde de Santa Ana, Gerardo Oviedo Espinoza, pero está incapacitado y por eso, para la conferencia nos informaron que estará la vicealcaldesa.

Ver noticia completa (Fuente original amprensa.com )